Les propongo este pequeño ejercicio mental, comience a describir las cualidades de los seis delanteros que conforman el plantel argentino. Le pido otro favor, organice la lista teniendo como criterio la edad del jugador. ¿Probo hacerlo? ¿Con que palabras describió a Palermo? ¿Le alcanzaron las palabras para describir al nueve de Boca? ¿Le sobraron, le faltaron o simplemente no las encontró? Yo no las encuentro, siento que con el apellido sobra. No hay videos ni especiales que alcancen para describir a este hombre perseverante que con 36 años convirtió ayer su primer gol en un mundial. El mundial en el que la Argentina esta gracias a él, a ese que cuando empezó la metía “de culo” y que luego de que la suerte (que al igual que la desgracia no puede durar mil años) se hizo muy recurrente se convirtió en el “optimista del gol”. Tan especial es Palermo que todos hablan de que su vida es una película, Juan Pablo Varsky nomino a Russel Crowe para interpretar su papel, cada momento histórico es una toma o un capitulo de este largometraje, cual encontró su mejor guionista en los recovecos del destino y en el empeño de un actor principal que más que el Oscar se quiere ganar el mayor lugar en la historia de su disciplina.
La historia de Palermo se hizo exponencialmente hollywoodense con el andar de su carrera, los que lo cuestionaban terminaron coreando su nombre y los que idolatraron desde un comienzo pasaron a inmortalizarlo más que nunca. El nueve perenne se podría haber retirado ya hace tiempo, le sobran títulos, le sobran goles y reconocimientos. Sin embargo el siempre quiere más, ese es el costado amateur que le felicito Mauricio Macri. Su historia con la selección también se pudo haber terminado hace tiempo, luego de su olvidable actuación en la copa América de 1999 ningún técnico se había atrevido a ponerlo de titular. Sin embargo la era Maradona le presento una nueva oportunidad, el nueve que solo servía para Boca y el técnico que solo servía para jugar querían ambos darle un vuelco a la historia. Palermo lo logro clasificando a Argentina bajo la lluvia en un gélido y empapado estadio de River Plate que tembló cuando logro establecer la mínima diferencia contra los peruanos. Maradona lo está empezando a lograr en este mundial con una Argentina identificada con el pueblo a través de su perfil ofensivo.
Palermo ya reivindicado con el pueblo tras haber logrado la clasificación no tenía su lugar listo para Sudáfrica. Sabiendo que competía contra jugadores más jóvenes y que jugaban en ligas más competitivas, puso manos a la obra y redujo sus vacaciones para entrenarse en el complejo Pedro Pompilio de la ciudad deportiva de Boca. El esfuerzo pago sus dividendos, con solo diez minuto en cancha remato dos veces al arco y la segunda fue gol, todas las dificultades propuestas por la indominable Jabulani sirvieron de poco, Palermo hizo historia, otra vez, le agrego minutos a su película. Los optimistas del gol le pedimos un capítulo más, un gol a Brasil en la final (si es de cabeza para quemarle las manos a Julio cesar mejor) para poder alzar en alto esa copa esquiva. Es por eso que pedimos por un capítulo más y no jodemos más, sin embargo sabemos que uno es muy poco para el Titán y el se va a contentar con brindarnos muchísimos más.
jueves, 24 de junio de 2010
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