domingo, 13 de marzo de 2011

Lo que no cambia

El futbol argentino es muy cambiante, tan cambiante es que un fin de semana puede arrojar un sábado con quince goles mientras que al siguiente fin de semana, el mismo día, con la misma cantidad de partidos, arroja una magrisima cosecha de apenas dos gritos. El futbol en si es cambiante, el miércoles todos fuimos testigos de cómo el Barcelona estuvo a veinte minutos de quedar eliminado de la copa de campeones ante un equipo que no había pateado al arco. El favor de Sergio Busquets ante el centro de Nasri casi logra la consumación de la injusticia futbolística en su forma más pura. Sin embargo la lógica y los dioses se alinearon dándole la victoria al más merecedor Barcelona. En nuestro futbol pocas veces reina la lógica, hay pocos partidos con dominadores claros y muchos partidos que se pelean en el mediocampo haciendo de los arqueros espectadores sin palomitas de maíz. Hay muchas razones para el cambiante futbol argentino, el éxodo veloz de los jugadores, la vorágine por obtener resultados que obliga a entrenadores y jugadores a quemar etapas y la exposición masiva del futbol para todos son razones de nuestro cambiante y decadente deporte. Soy un convencido de que esto no es una crisis actual, es una crisis de hace unos buenos años que el futbol para todos decidió exponer sin ninguna intención. Sin embargo, por suerte para todos los puristas, hay cosas que no cambian. Para nosotros los hinchas de Racing hay una cosa por sobre todo que no cambia: el sufrimiento.
Me hicieron hincha de Racing a los cinco años, un entonces cuñado mío me amenazo con golpearme si no me hacía de Racing. El tenia diecisiete años, las expectativas no eran buenas, me hice hincha de Racing. Mi hermana se separo de ese chico al poco tiempo, pero yo por alguna razón inexplicable del destino seguí siendo hincha de Racing. No era un mal momento para ser hincha de Racing. Rubén Paz, Colombatti, Toti Iglesias y Medina Bello eran exponentes de buen juego y contundencia. Este buen juego continúo en la Supercopa de 1988 en la que Racing se consagro campeón con el memorable gol de catalán en Brasil. Los noventa tuvieron momentos buenos y malos, entre los buenos se cuenta la victoria 6-4 ante Boca (el día que el mago hizo tres, el piojo hizo dos y el chelo hizo uno), entre los malos no puede faltar el exorcismo a la cancha seguido de un partido bochornoso por lo aburrido. En 2001 llego el Paso a Paso de Mostaza Merlo y obtuvimos el campeonato luego de 35 años. Muchos dirán que fue arreglado, la verdad es que no se, a mi me dio un motivo para festejar en medio de un país incendiado por políticas de cuarta y accionares gubernamentales de decima. Luego del campeonato comenzó una caída que primero fue escalonada y luego se convirtió en libre, el fondo fue tocado en 2008 cuando Racing jugo la promoción ante Belgrano de Córdoba. Supero la fase de milagro y se mantuvo en la primera división que nunca debió haber dejado.
Luego de la angustia de la promoción vinieron buenas noticias, el fin del gerenciamiento significaba que el club volvía a ser de los socios y que las decisiones de futbol eran de todos. Se llamo a elecciones y Molina asumió como presidente, cercano al gobierno, hizo todo para complacer a uno de los hinchas más famosos del club (Néstor Kirchner, no es el más famoso porque Francella con la de Racing es un icono) e incorporar buenos nombres al equipo. Desde la llegada de Molina pasaron varios técnicos, sin embargo hoy Miguel Ángel Russo parece afianzado en su posición. Desde comienzos del 2010 la dirigencia rompió el chanchito, primero llegaron: Ayala, Bieler, Licht y Hauche. A mitad de año llegaron dos generadores de juego: Toranzo y Moreno y un lateral con Oficio: Pillud.
En menos de un torneo completo Giovanni Moreno se afianzo como el mejor jugador del país. Su estilo es heterodoxo, parece que no está en el partido y de la nada saca un conejo de la galera. Además de ser un excelente asistidor y un gran definidor, Moreno cuenta con una virtud poco presente en los enlaces, es poseedor de un cabezazo letal. En la primera fecha hizo uso de su capacidad aérea para darle la asistencia del gol a Gabriel Hauche. Tres minutos después se iba lesionado de la cancha. El golpe fue devastador, rotura de ligamentos cruzados, seis meses inactivos y una estadística preocupante para el equipo de Russo. Sin Moreno en cancha, el equipo había ganado un solo partido (la presentación del apertura 2010 ante All Boys), con él en cancha había obtenido el resto de los puntos del apertura 2010. Contra boca la tendencia se confirmo, Racing no jugó mal pero careció de claridad y perdió ante un equipo que genero solo una jugada de peligro. La caída libre acechaba el horizonte nublado de los imaginarios académicos. El partido ante el entonado San Lorenzo se presentaba como la antesala del caos. A los diez minutos los fantasmas se ponían el traje y visitaban nuevamente las tribunas racinguistas. Racing marco mal y Botinelli puso el uno a cero. Lo inevitable parecía confirmarse, sin Moreno Racing iba a tener un campeonato mediocre, plagado de sinsabores y con muchas angustias. Pero pasó el milagro, sin creadores que se metan entre los volantes centrales, Racing y Russo optaron por utilizar la lógica. La lógica obligaba a explotar los laterales, Racing hizo eso. Ivan Pillud se convirtió en una locomotora por derecha y comenzó a tirar centros. El receptor fue Teófilo Gutiérrez un embajador del gol traído de Colombia, dos centros precisos se encontraron con dos definiciones certeras y Racing le hizo un Guiño a la historia. El pasado viernes, el equipo tuvo un primer tiempo de lujo, exploto ambos laterales y se fue al descanso 3-0 arriba. En el segundo tiempo, Gutiérrez convirtió un nuevo gol, pero luego los fantasmas aparecieron de nuevo y Racing recibió tres goles en siete minutos. Mantuvo la mínima diferencia y se ubico como puntero del campeonato.
Hoy debe defender la punta en Santa fe ante Colon, un equipo con más intenciones que realidades. El comandante de este barco de intenciones es el inoxidable Esteban Fuertes, uno de los pocos jugadores que no tuvo en Racing un rendimiento peor que en el resto de los clubes que represento. Racing es un equipo que juega bien, que ha mostrado consistencia y tesón. Sin embargo los parroquianos se reúnen y dicen que hoy Fuertes nos empoma y perdemos, que no tenemos chance, que la cancha de Colon es el cementerio de los elefantes. El partido no ha comenzado, el sufrimiento empezó el domingo y se mitigara hoy o seguirá toda la semana. Los hinchas de Racing estamos hechos para sufrir, pero no consideramos cambiar de club, no nos avocamos a la idea de que el futbol es un bálsamo y buscamos afiliarnos a un equipo que nos alegre más seguido el corazón. Es inexplicable, la hinchada se alimenta del sufrimiento y va con ese corazón en la cuerda floja a alentar al equipo, los parroquianos en el bar putean pero en el fondo sonríen. Es que así somos los puristas, enfrentados con el progreso, nos gustan esas cosas que no cambian, esas cosas que cuesta explicar y justamente por eso son tan lindas.

1 comentario:

  1. No me interesa el futbol y no sigo a los deportistas.Pero debería hablar en pasado. Porque tu artículo RACINGISTA es tan vívido, tan sentido, que me parece estar en la cancha. Y voy a seguir al futbol y a los deportes; siempre que no me falles.
    Dale pibe, seguí contándome.
    La vieja

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