martes, 10 de agosto de 2010

¿Mejoraran las 72 victorias?

A comienzo de 1995 Michael Jordan regreso al básquet, su paso por el baseball había evitado el bochorno simplemente porque el jugador que otrora llevase la sudadera numero veintitrés era su majestad en el mundo del Basquetbol. Cansado de su falta de influencia en el bate, la vuelta al básquet fue una obligación. Jordan uso la camiseta número 45 porque la 23 estaba retirada, lo que también se retiro fue su reinado ya que su esfuerzo no alcanzo para lograr el cuarto anillo. Los Houston Rockets ganaron el máximo trofeo y Hakeem Olaoujwon fue nombrado por segunda vez consecutiva como jugador más valioso. El retorno de Jordan, a mediados de la temporada 94-95 se dio en medio de una campaña de los Bulls liderada por la mediocridad. El equipo era comandado por Scottie Pipen quien era un excelente líder pero no les quitaba la presión de encima al resto de los jugadores. Con Jordan en la cancha uno siempre podía poner los ojos en su majestad para la crítica, esto permitía que los jugadores se movieran con más soltura así expresando su mejor básquet. Luego de que los Orlando Magic los eliminaran en semifinales de conferencia, los Bulls y el ahora numero 45 decidieron que era tiempo de tomar cartas en el asunto. En la pretemporada los de Chicago decidieron que la presencia que tenían en el poste bajo debía ser reforzada, para esto trajeron al mejor rebotero de la liga, el excéntrico (fanático del numero 10) Dennis Rodman. También trajeron a Tony Kukoc (mejor sexto hombre de la temporada 95-96) y a Steve Kerr entre muchos otros. Los cinco iniciales de la temporada 95-96 eran: Harper, Jordan, Pippen, Rodman, Longley. Con esta formación los Bulls ganaron 72 partidos y perdieron solo diez en la temporada regular, ganaron la final sin llegar a un séptimo juego y practicaron un básquet práctico y arrollador. Desde la temporada 1995-1996 que no se ve un equipo con tres estrellas tan rutilantes en la misma formación, el equipo de Chicago parecía inigualable, hasta ahora.
En una pretemporada que se vislumbraba agitada por el vencimiento de muchos contratos, los Miami Heat tomaron al mercado por sorpresa y se armaron hasta los dientes para la próxima temporada. Primero se aseguraron de renovarle el contrato al niño mimado de la casa Dwayne Wade, luego fueron por más y así obtuvieron a Lebron James y a Chris Bosh. Entre los tres sumarian 87.2 puntos por partido si uno tiene en cuenta el promedio de goleo por partido de cada uno. A estas tres bestias se les sumara Carlos Arroyo quien es un excelente base y hay varias opciones (todas mediocres pero que son buenos complementos) para acompañar a Bosh en la zona pintada. Este equipo es en el nombre por nombre más que el equipo de los Bulls de la temporada 1995-1996, sin embargo hay cuestiones extra-basquetbolisticas que impiden saber si este muy buen proyecto llegara a buen puerto ¿Cuáles son estas cuestiones?
El que imagino que la respuesta va a ser egos esta en lo correcto. A diferencia de Wade (fue compañero del mejor Shaquille O´neal, no como James quien fuera compañero de un O´neal que no daba para más), ambos Bosh y James no están acostumbrados a estar en el segundo plano. Todo indica que esto afectara mas a Bosh que a James, el ex Toronto Raptor quedaría tercero en orden de importancia detrás de James y de Wade. Sin embargo ni James, ni Bosh, ni Wade se caracterizan por ser jugadores muy ególatras. La tradicional escena que hacia James en interacción con los Fans de Cleveland al ponerse talco en las manos y luego soplarlo como si fuera un mago era, o es (si lo mantiene en Miami) un truco marketinero que busca intimidar a los rivales más que cualquier otra cosa. Los tres también han sido siempre muy generosos con sus compañeros y han puesto el perfeccionamiento del equipo por encima del propio, ambos James y Wade tienen más asistencias por partido que el mega-frezeer de Kobe Bryant. Lo que es más paradójico es que el gigante de Chris Bosh solo promedia 2.7 asistencias menos por partido que Bryant (quien supuestamente debe asistir a sus compañeros, ¿MV qué?). Teniendo esto en cuenta, todo indica que los egos se podrán dejar de lado y los tres monstros comandados por el head coach Eric Spoelstra llegaran a buen puerto y se consagraran con un trofeo en la temporada 2010-2011, lo que todavía nadie sabe es si llegaran a batir el record que los Bulls establecieron hace casi quince años atrás. Solo el tiempo lo dirá, lo único que es seguro es que al igual que la temporada95-96, la temporada 2010-2011 va traer momentos de básquet inolvidables que dejaran a los dioses de la pelota anaranjada (comandados por Pete Maravic) descansar en paz, sabiendo que dejaron a lo picarona que se viste de naranja en muy buenas manos.

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